Los Reyes Católicos no solo unificaron la Corona de los distintos territorios que actualmente conforman España, sino que establecieron las bases de la organización del Estado Moderno, reglamentando numerosos aspectos de su Administración.
Una Pragmática dictada el 9 de junio de 1500 disponía "la obligación de los Corregidores a haçer casas de Conçejo y carçel do no la hubiere y arca en que se custodien los privilegios y escrituras y los libros de leyes del Reyno". Con esta nomativa se institucionaliza la famosa "arca de los privilegios" con tres llaves, que servía de depósito seguro para la documentación municipal, cuya custodia quedaba repartida entre el alcalde mayor o justicia, uno de los regidores y el escribano del Concejo. Este debía controlar la devolución de cualquier papel que se hubiese sacado. Una segunda Pragmática dada en Granada en 1501, era aún mas detallada "Mandamos a los escribanos de conçejo de todas las ciudades y villas ...haga hacer un libro en que se escriban todas las cartas, ordenanzas, que despues que reynamos aca hobieremos enviado a cada una de las dichas ciudades y villas...Y, asinmismo, que haga hacer otro libro de pergamino, encuadernado, en que se escriban todos los privilegios que dichas ciudades y villas y sus tierras tienen, y todas las sentencias que en su favor se han dado, ...tocantes al bien y pro comun...". Obviamente todos esos documentos conformaban el contenido del Arca. Estas dos Pragmáticas son la base del desarrollo posterior de los archivos castellanos y de su legislación.
El ayuntamiento de Archena no pudo cumplir este mandato y no dispuso de edificio propio hasta finales del siglo XVIII, concretamente en 1797. Hasta entonces las sesiones del concejo tenían lugar al salir de misa y se celebraban en la propia iglesia o en alguna casa particular. El arca de los documentos, el primer Archivo de la villa, se conservaba en la escribanía numeraria, un cuarto de la Casa de la Encomienda, que estaba frente en la Plaza de la Iglesia. Las Salas Capitulares, un pequeño edificio en unos descubiertos junto a la Casa Grande, se inauguraron a finales del siglo XVIII.
A lo largo de los siglos continuó existiendo un arca con las tres llaves para la seguridad de los fondos municipales. Tras la explosión del ayuntamiento (1813) se guardaba en "la casa del Sr. Llamas por su mayor seguridad por no serlo el cuarto que sirve de Sala Capitular". En 1872 tenemos constancia de la compra de un "arca de las tres llaves que marca la ley por haber desaparecido la que había de tiempo inmemorial". Probablemente sea esa misma la que se conserva en la actualidad en el Centro Cultural de Archena. Es muy pesada y por dentro está forrada de raso rojo.
blog de Pachi Amorós