La alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, asistió, esta mañana, a la apertura de la cripta de la Ermita de la Virgen de la Salud del Balneario junto a Amalia Pérez, presidenta del Consejo de Administración de la instalación termal.
La cripta, que podrá visitarse, a partir de hoy, previa petición al Balneario, está situada bajo la escalinata de entrada a la Ermita de la Virgen de la Salud, y es el lugar de descanso de los restos de José de Bustos, X Vizconde de Rías, fundador del Complejo Termal de Archena, que lo adquirió después de la Desamortización de Mendizábal, y los de su hermano, el marqués de Corvera. En el lugar yacen, también, otros difuntos miembros de la familia del Vizconde de Rías.
Fernández se refirió a la cripta como “un lugar significativo” en el municipio y destacó “su valor cultural y espiritual, así como la importancia de su conservación y promoción”. Asimismo, felicitó a los propietarios del Balneario por la iniciativa.
“Es un honor para todo el pueblo de Archena contar con la cripta de la Ermita del Balneario, un lugar que es un testimonio de nuestra rica historia y patrimonio cultural”. Para Patricia Fernández este espacio que ha estado cerrado durante siglos “será, a partir de hoy, un aliciente más para nuestros ciudadanos y los turistas que nos visiten”.
Asimismo, puso de relieve la importancia del acto de apertura “es símbolo de la identidad y tradición de todos los archeneros”, por lo que invitó tanto a residentes como a visitantes a “descubrir y valorar este rincón especial del municipio”.
La talla de la Virgen de la Salud estuvo escondida en la Cripta por lo que sobrevivió a la quema de imágenes en la Guerra Civil
La Ermita de los Baños de Archena fue edificada en torno a 1876 por los Vizcondes de Rías bajo la advocación de la Virgen de la Salud. Encargaron la talla a Salvador Páramo un reputado escultor madrileño especializado en imaginería religiosa.
La entronización de la Virgen de la Salud como patrona de Archena se produjo nada más concluir la guerra civil. La talla de la Virgen fue la única que sobrevivió a la quema de imágenes del principio de la Guerra Civil, al ser escondida por personal del propio Balneario en la cripta debajo de su ermita, donde están los restos de los Vizcondes de Rías. Terminada la guerra, el 31 de marzo de 1939, la imagen de la Virgen de la Salud entró en el pueblo entre grandes aclamaciones populares. Al día siguiente fue colocada en el balcón del ayuntamiento y el primer domingo de abril presidió la primera misa que se celebraba tras el inicio de la guerra.
Cabe señalar, como dato anecdótico, que también escondieron al Cristo, pero dentro de un nicho y, como no cabía, se dice que por eso le cortaron los brazos.
En el acto también participaron los párrocos de las iglesias de San Juan Bautista y el Corpus y
la Hermandad de Anderos de la Virgen de la Salud que no quisieron perderse el momento de la apertura.