El popular y famoso ‘azulete’, tal y como marca la tradición, vuelve a poner punto y final a las fiestas en honor a la Virgen del Rosario que celebra la pedanía de La Algaida. Jóvenes principalmente, a la orilla del Segura, en el paraje del Río Muerto, repiten con el acto más antiguo de los festejos algaideros. El calor tan sofocante provocó que muchos participantes tuvieran que sumergirse en el agua, pintados hasta la cabeza de azul. Al mediodía, se celebró el concurso de paellas, en el Parque del Centro de Salud. Una gran comida de convivencia entre los vecinos y visitantes de la pedanía. Colofón ambos actos de una programación en la que no faltó, un año más, la procesión de la Patrona, las gachasmigas o el concurso de cintas, como actos más que participativos.