Finalizaba el S. XIX. Entre guerras y penurias, España perdia sus últimas colonias (Cuba, Filipinas y Puerto Rico en el llamado "desastre de Cuba y Filipinas".Precisamente en Cuba, en un pueblecito llamado "La Esperanza, provincia de Santa Clara, nació Pablo Enriquez, hacia el año 1872.
Siendo muy joven, como un buen patriota y al no poder ir al frente a luchar por la independencia, al parecer por una enfermedad de corazón congénita, se dedicó a organizar expediciones con ayuda humanitaria para los guerrilleros,
especialmente medicinas. Alguna facilidad tendria para ello, pues su hermano tenia una farmacia y él mismo estudiaba esa carrera en la Universidad Central de Santa Clara.
Alguien lo delató y los militares españoles andaban en su busqueda. Decidio marcharse y embarcó rumbo a España pues recordaba que tenía unos primos hermanos en Murcia (Archena).
Pablo fue un hombre afortunado. Sus primos murcianos (algunos de ellos nacieron en la isla y jugaron con el de pequeño), le recibieron con los brazos abiertos y le ofrecieron sin reservas su hospitalidad. Como ninguno de ellos tuvo descendencia, le nombraron heredero universal de todos sus bienes, legándole un patrimonio muy importante con casas solariegas en Murcia, Archena y Ceuti.
Como él habia recibido sin esfuerzo, y tenía un corazon generoso, se esforzó en ayudar a los mas débiles y necesitados de su tiempo.
Sin darse importancia, creó pueblo, pues cedió parcela a parcela un enorme campo de olivos de su propiedad que ocupaba el espacio que va desde la parte alta del Carril hasta la carretera de Mula. En los aledaños de esta zona se conserva una calle que recuerda su nombre. Alli ciudadanos humildes se hicieron sus casitas, con corral para la pequeña granja familiar. Él mismo, diseñó las calles haciendolas cruzar en línea recta, con trazas de urbanización moderna. Aquello, antiguamente se llamaba el "barrio de D. Pablo", fue el germen de un actual barrio populoso y moderno (calles del Calvario, Francisco Caravaca, Enrique Salas, etc.
Junto a su cuñado D. Isidoro Román, que era por aquel entonces el Alcalde, promovieron la construcción del actual cementerio municipal, levantado en el mejor emplazamiento que se conoce.
Colaboro con su ayuda y su interes a la reconstrucción de la iglesia parroquial, que habia quedado muy dañada tras un terremoto a principios de siglo.
Mediador y pacifico en todo tipo de conflictos en bien de sus conciudadanos. La lista de sus buenas obras en pro del pueblo que lo acogio con tanto cariño, se haría interminable.
Tuvo tres hijos Isidora, Pablo y José Manuel. Los dos últimos fueron altos cargos de Hacienda. El primero tuvo que marchar al exilio al finalizar la Guerra Civil y el segundo, José Manuel ayudo a sus paisanos a resolver todo tipo de trámites en Hacienda cuando aún no habia gestorias.
Su nietor mayor, Jesus Pablo Guillamón Enriquez, conocido poeta y escritor archenero, relata parte de la vida de su abuelo D. Pablo en algunos de sus libros, mas concretamente en el último que ha titulado Cartas a Lucrecia.
Resumiremos diciendo que tanto el como su familia fueron unas de las personas más queridas del pueblo en su tiempo. (Texto facilitado por su nieto Jesús Pablo Guillamón Enríquez)