Nacido en Archena, hijo, sobrino y nieto de guardias civiles, tuvo desde muy niño clara su vocación se servicio a la colectividad desde este puesto. Su dedicación profesional, su calidad humana y su carácter y personalidad le hicieron granjearse el aprecio de los ciudadanos, la admiración de sus compañeros y el respeto de sus superiores.
En 1995 durante las inundaciones de Calatayud (Zaragoza) pidió su reingreso al servicio para prestar su ayuda, pese a haber sido intervenido quirúrgicamente por una luxación en el hombro, en cuanto oyó las sirenas de los bomberos y ambulancias. Tras superar el curso del Servicio de protección a la Naturaleza (SEPRONA) fue destinado a Fuerteventura donde una familia agradeció la ayuda que Pedro le había prestado en el ejercicio de sus funciones, mediante una carta al periódico local, por lo que fue felicitado por sus superiores. En 1999 le fue concedida la Medalla al Mérito Militar con distintivo blanco y fue ascendido a cabo, pasando posteriormente a mandar la patrulla del SEPRONA en Águilas.
El 24 de diciembre de 2001 se trasladaba con su esposa e hija para reunirse con el resto de su familia en fecha tan señalada. En una curva peligrosa existente en las proximidades del enlace de la A-7 procedente de Lorca con la N-301 de Cartagena se encontró con un vehículo atravesado en la vía con un herido en su interior. Tras estacionar su propio coche y apartar un neumático de la carretera, solicitó ayuda a la Guardia Civil por su teléfono móvil. Mientras continuó con su labor de señalización, pero cuando transportaba un triángulo de averías para advertir del peligro existente fue arrollado por un vehículo, falleciendo casi instantáneamente antes de cumplir los 25 años.
En base a estos méritos el ayuntamiento en su sesión plenaria del 31 de mayo de 2001 decidió nominar una calle Cabo de la Guardia Civil Pedro Moreno.