Maestro alarife valenciano, vecino de Ricote fue el director de las obras de reconstrucción de la iglesia (iniciadas en 1770). Realizó también muy importantes obras en los Baños (ampliación del número de cuartos, construcción de cocinas, hospital para los pobres) que se iniciaron en el año 1785.
Igualmente fue Gregorio de la Rosa el alarife que llevó a cabo las reformas necesarias en la Casa Grande para convertirla en casa-habitación, cuando don Juan de Llamas y Molina, propietario de la misma, decide trasladarse desde Ricote y avecindarse en Archena (la solicitud de vecindad fue presentada en noviembre de 1763).