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Historia

Entrando a Archena por el empalme con la carretera nacional que la comunica con Murcia y Madrid, destaca una construcción con aspecto de fortaleza, de referencias historicistas. Su ubicación en un altozano y la sencillez de su estructura, un prisma con cilindros en las esquinas, facilitan la retención del edificio. Lo cierto es que el llamado CASTILLO DE DON MARIO (en honor al que fue su dueño, don Mario Spreáfico, magnífico médico y excelente persona), en realidad un antiguo palomar, constituye hoy día una de las señas de identidad más características del pueblo.

TN castillo mario antiguo horz

jardin palacete villarias

EL JARDÍN romántico vinculado al palacete cuenta como elementos más representativos con un eucalipto de seis metros de circunferencia, un estanque con cascadas y una pérgola cubierta por árboles del amor. La arboleda está compuesta por pinos, casuarinas, palmeras, árboles del amor, algarrobos, jacarandas y eucaliptos, no siendo extraño encontrar alguna ardilla paseando por allí. El jardín alberga el busto del gran poeta archenero Vicente Medina, sin duda el lírico naturalista que mejor supo captar y describir la vida en la huerta. La plaza 1º de mayo, muy próxima, concentra buena parte de la vida nocturna de Archena.

El PALACETE DE VILLARRÍAS fue mandado construir en el último tercio del siglo XIX por los Vizcondes de Rías, que lo concibieron como una villa de descanso. Está situado en el centro actual del pueblo, e íntimamente asociado al precioso jardincillo que le rodea, contando la parcela con una superficie total de 5.500 m2. La conexión entre edificio y naturaleza es casi más atractiva que la propia arquitectura en sí misma, con ser ésta más que destacable. La composición de los frentes, con retranques y avances y continuos juegos con el quiebro de la fachada, resulta muy estudiada y efectista. La probada amistad de los vizcondes con el arquitecto Justo Millán parece indicar que no fue ajeno al proyecto arquitectónico, aunque en realidad no hay pruebas sobre su autoría.

Palacio Villarias 2

Próxima a la Iglesia se encuentra la CASA GRANDE, actualmente sede del Ayuntamiento. Es un edificio renacentista construido en el siglo XV, cuyo carácter austero y sobrio estaba en consonancia con su uso tradicional de Casa de la Tercia (donde se depositaban los diezmos) y almacén de grano. Posteriormente la Orden de San Juan se la vendió a la familia Llamas, que en el siglo XVIII empezó a utilizarla como residencia, siendo reestructurada en profundidad en el pasado siglo, cuando se le añadió el balcón corrido de la fachada principal que contribuye a darle una mayor preeminencia. Cada uno de sus cuatro frentes de fachada es diferente, respetándose sólo la simetría de los vanos en los diferentes órdenes de la fachada principal. El edificio, recientemente rehabilitado, destaca por su bonito alero, con mucho vuelo, y la forja de sus ventanas.

TN casa grande antigua horz

iglesia antigua

TN iglesia actual

La IGLESIA PARROQUIAL fue construida entre 1770 y 1789, bajo la dirección de Gregorio de la Rosa y gracias al esfuerzo de todos los vecinos que colaboraron desinteresadamente en la edificación. La Iglesia y su plaza quedan elevadas sobre las casas circundantes, lo que resalta la importancia de su construcción. La composición espacial de la iglesia es claramente barroca, aunque la sencillez y sobriedad de su fachada exterior preconiza un cierto academicismo, que se irá extendiendo en el siglo XIX. Construida con ladrillo visto y zócalo de sillares es evidente que quedó inacabada por la ausencia de una torre gemela. El único motivo que articula la fachada son las bandas y la distribución de los ladrillos en distintos sentidos. 

El interior es de planta basilical con presbiterio plano y cúpula semiesférica. Las naves laterales, de menor altura, comunican con la central por arcos de medio punto. El retablo original, junto con todas las imágenes, fue destruido durante la Guerra Civil. El actual, que imita a los góticos , fue realizado por Juan Fernández. Entre las esculturas de los diferentes altares hay que destacar la Dolorosa de Juan González Moreno, el Cristo Crucificado de Enrique Salas y el Jesús Nazareno, obra de Carrillo, junto con la imagen de la Virgen del Rosario, tallada en madera, la del Carmen y La Piedad.

TN retablo actual horz

Para más información sobre la historia y los servicios que actualmente presta la Parroquia se puede consultar su página: http://www.sanjuanarchena.org

Puente Archena

Al menos desde principios del siglo XIX el Concejo solicitó a la Orden de San Juan la construcción de un puente, pero el proyecto no se hizo realidad. En el Archivo Municipal se conserva un expediente de 1845 en el que los alcaldes de Archena, Villanueva, Ojós y Ricote se comprometen a solicitar y apoyar la construcción de la obra. Tampoco tuvieron mucho éxito, puesto que en 1855 el Pleno del Ayuntamiento, reunido en sesión extraordinaria, lo vuelve a solicitar. Por fin en 1960, siendo el Marqués de Corvera, Ministro de Fomento se iniciaron las obras. Cuando ya se estaba procediendo a su montura y colocación se produjo una catástrofe según se menciona en la sesión del Pleno de 30 de agosto de 1863, de la que no se especifica nada más.

El uno de septiembre del año 1865 se inauguró finalmente el puente que pasó a ser conocido como “Puente de Madera”, su material predominante, aunque incorporaba ya algún elemento de hierro. La iniciativa para llevar a cabo el puente actual, llamado de hierro, es de 1933, pero sus trabajos se interrumpieron con la guerra civil, siendo finalmente inaugurado, con toda solemnidad, el 19 de noviembre de 1942.

Rio Segura a su paso por Archena

Si entendemos el Patrimonio en un sentido amplio no sólo limitado al arquitectónico y monumental sino como suma de valores y recursos, es evidente que el Río Segura constituye un activo fundamental de Archena. Representa el agua que ha permitido los asentamientos humanos desde hace milenios y ha proporcionado al Valle de Ricote su singularidad y los contrastes de su paisaje entre los vergeles de los regadíos y el desierto de los secanos y de las calizas montañas colindantes.

El río baja relativamente caudaloso hasta el embalse de Ojós, que regula las aguas del Trasvase Tajo-Segura aprovechando el estrechamiento del Solvente, que corresponde a la vertiente oriental de la Sierra de Ricote. Las pequeñas huertas de Ulea y Villanueva se prolongan hasta los Baños de Archena. A partir de aquí se ensancha cada vez más el valle y se suceden las huertas de la Algaida, Lorquí, Ceutí, Alguazas, Las Torres de Cotillas y Molina de Segura. Es el sector tradicionalmente llamado Vega Alta, en la que el perfil del río se ve roto por escalonamientos que se corresponden con estrechamientos y que llega hasta el Azud de la Contraparada, (obra realizada por los romanos) donde se inicia la Vega Media.

Está suficientemente demostrado que Archena constituyó un enclave de importancia en época romana, muy probablemente con la categoría de municipio y que, estaba incluida en la importante red de calzadas romanas. Concretamente la que partía desde Cartagena quedaba en la margen derecha del río Segura (el Thader romano), por lo que cabe pensar de la existencia de un puente para poder cruzar a las Termas y a todas las villas que se encontraban en sus proximidades. Hasta ahora no se han encontrado restos de este hipotético puente.

Pero la cultura que ha conformado la esencia de todo el Valle de Ricote ha sido, sin duda, la musulmana. Incluso en la actualidad es bien evidente para cualquier visitante que han sido los moriscos los que han configurado el paisaje actual de la vega. La Vega había estado abundantemente poblada, si bien de forma dispersa hasta el siglo XIII. Tras la conquista castellana y las frecuentes escaramuzas bélicas propias de un reino de frontera, la población se redujo considerablemente hasta el siglo XV. La escasa población, mudéjar en su totalidad, con la que contaba Archena en el siglo XIV, trabajaba el esparto y el lino y lo ponía a cocer en el río con lo que provocaba las protestas del concejo de Murcia, cuyos vecinos debían beber el agua que bajaba sucia. Ya en aquella época las acequias eran mantenidas y conservadas con esmero. Al menos desde 1377 estaba en funcionamiento la acequia mayor de Alguazas (que nace en el término de Archena) mientras que en 1415 tenemos noticias de una restauración de la acequia mayor o principal de Archena, que nace en Villanueva, con la que se regaban las tierras situadas a la derecha del río.

A lo largo del siglo XV se realizó una importante obra civil, el acueducto de la Rambla, situado entre los términos municipales de Archena y Ulea. En 1628 se acometió otra obra de gran importancia: el cambio de curso de la acequia principal. El agua de la acequia discurría por los montes de El Balneario (Cabezo del Ciervo) hasta lo que hoy conocemos como La Cerca, a través de canales de madera. Este sistema suponía una gran pérdida de agua y transportaba poco caudal para el terreno que hacía falta regar, por ello se decidió construir la mina (túnel profundo) que desde el pozo de La Morra hasta La Cerca (entre el monte del Castillo y el Ope) se encuentre de nuevo con la acequia; es una auténtica obra de ingeniería, digna de ser visitada. En este siglo ya existía un Heredamiento que efectuaba a través del concejo repartimientos a los hacendados en función del número de tahúllas que poseían.

mod1Las acequias de Archena contaban en su discurrir por el término municipal con numerosas norias y otros artilugios para la elevación de agua, que en el siglo XVIII poblaban la huerta. Las cinco que han llegado hasta nosotros son de fábrica posterior; inicialmente se construían con madera de pino embreada para impermeabilizar sus cangilones y preservar su estructura de la putrefacción. Posteriormente, a finales del S. XIX fueron incorporando el hierro a su estructura. Algunas norias, para aprovechar el agua al máximo, incorporaban unos muros de obra con los que evitaban que el viento llevara sacara el líquido fuera del canal de desagüe. A las norias con las que aún cuenta Archena les fue incoado expediente como Bienes de Interés Cultural en 1982 y han sido recientemente restauradas.

No podemos abandonar el río sin mencionar la barca que durante siglos sirvió para atravesarlo y cuyo muelle se encontraba muy cerca del puente actual. Constituía el bien de propios más importante con que contaba el concejo, por lo lucrativo de su arrendamiento anual. Con frecuencia quedaba fuera de servicio por las crecidas del río, con lo que el común de esta villa sufría imponderables perjuicios por no poder pasar al otro lado así para el tráfico como para el correo y cultivo de las haciendas que en el otro lado tienen .

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